HuacachinaHuacachina

Huacachina

En el hueco de varias altas dunas de arena, en medio de un árido desierto, el oasis y el lago de Huacachina parecen ser un espejismo. En el centro, el lago, con sus aguas color esmeralda, desprende un olor a azufre, lo que le ha valido la reputación de ser una gran ayuda curativa para todas las enfermedades de la piel. Alrededor, viejas casas coloniales, altas palmeras y buganvillas en flor hacen que el ambiente sea casi idílico. El escenario es tan hermoso que se ha reproducido en el reverso de los billetes de 50 euros. Antes era un punto de encuentro de la buena sociedad peruana.

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